Ven pronto
que no se acabe la tarde
que este sol de naranjas
nos alumbre las manos
la luna se corona
con un mordisco
y la luz tiene el pespunte
de la tranquilidad.
No quiero que se acabe la tarde
ven pronto
que cuando se vista de farolas
tú me abraces
ven pronto
que cuando los gatos duerman
yo te bese.
....................................Eljas 08-01-2009
6 comentarios:
Escribes muy bien, me agradó el poema a la niña de arena, es tan humana.
Además, concuerdo con aquello que escribimos de los que no está, de los deseos, de los recuerdos casi siempre.
Saludos, Jennifer.
Este poema transmite muchísima paz, Aída, como cuando el amor que se espera coincide exactamente con el amor que se vive. Un abrazo enorme, te quiere
Sonia
Aída:
Me ha encantado tu poema. Lo he saboreado con quietud emocionante. Una quietud unida a un desasosiego por el deseo de la venida del aquel ser que se espera. ¡Precioso!
Que la calma del Jálama, que ya ebulle primavera, te inunde y te inspire.
Tomás Acosta -hijo- ha presentado un libro sobre leyendas urbanas estos días en Salamanca. ¿Es el hijo del Tomás Acosta que yo conozco de Navafrías? Lo he leído en prensa. Si es así, enhorabuena.
Un abrazo a esa tierra que tantos recuerdos me transmite y un fuerte abrazo desde Salamanca.
Carlos Blanco
Gracias por vuestros comentarios, se agradecen.
Carlos, me temo que Tomás Hijo, es otra persona y que no se llama Acosta. Por cierto Jálama ya empieza a calzarse la primavera desde las entrañas.
Un roce de alas.
Hola Aída, que bueno estar cerca de Jalama en Primavera!
Un abrazo
María López
Querida María, tú llevas a Jálama y la primavera en tu corazón.
Un fuerte abrazo.
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