1 de agosto de 2008



En algún lugar de arena
está la niña
la niña del balde de agua
la niña rio
la niña que busca el abecedario
entre las piedras.

En algún lugar
pasea el miedo
el susto es una hoguera
y la madre canta su mar.

En algún lugar
está el niño fusil
el niño de tres dedos y un ojo
el niño que cava la trinchera
el niño abeja.

En algún lugar
está la luz anclada
de su infinitud.

13 comentarios:

Anónimo dijo...
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Sonia Betancort dijo...

Qué maravilla, Aída, como siempre. Te quiero

Poesia dijo...

Cuanta razón, hay que quejarse, ser inconformista en este mundo es una obligación y si es con la poesía con lo que se abren los ojos mejor aún. Es un poema muy preciso muy necesario.
Un abrazo amiga

Poesia dijo...

Cuanta razón, hay que quejarse, ser inconformista en este mundo es una obligación y si es con la poesía con lo que se abren los ojos mejor aún. Es un poema muy preciso muy necesario.
Un abrazo amiga

JR dijo...

ohhh

me toco el Alma...

Gracias Aida.

Julio Obeso González dijo...

De cuantas inmoralidades somos testigos, ésta, quizá ésta de los niños abeja, de las niñas río, sea la más perversa. Sustituir infancia por infamia no se puede explicar, no se debe permitir. Ojalá que tu voz aprendida en la textura del granito, llegue hasta los arenales donde juegan los otros niños, a ser la inocencia de las mujeres y los hombres de mañana.
Gracias Aida.
Julio

Pamela Bram dijo...

Afortunadamente las palabras y aún más la poesía es liberadora, como niño alegre entre los brazos.

Sonia Betancort dijo...

Aida, vuelve, reina del Cairo, paloma de verdi, vuelve, extraño tu poema en lo solitario de la web. Besos

Aída Acosta dijo...

Gracias por vuestras palabras de abrazo.
Querida Sonia, hoy regreso para dejar un nuevo poema...

José Alberto Mar dijo...

gostei bastante de tus poemas.

Vim aqui parar "por acaso" (como se o acso existise.)

Fica Bem

josé alberto mar

Aída Acosta dijo...

José Alberto Mar, gracias por tu visita,
muchas libélulas

L.A dijo...

En Perú la niña del balde, es la niña que pica la piedra, la que es vendida sexualmente, la niña que aprende en un idioma que no es el suyo... en una niña que no puede ir a la escuela por su sexo...

Aída Acosta dijo...

Luis Alberto, gracias por tu explicación. El poema fue muy pensado y tuve en cuenta todo eso, como el niño abeja que con su corta edad es un guerrillero...
saludos,