Es una noche de trenzas largas.
Aún a estas horas
hay quien desdobla platos,
las cortinas son lamentos
el viento reproches.
Tengo o no el sueño
entre los dedos
y unas caricias acaban
siendo el espejo de los puñales.
Quiero quedarme en el punto y coma
de tus palabras dulces
porque después de la pausa
siempre llega el insulto
los gatos en celo
los perros de la luna
la noche de las trenzas largas
y se me olvida
cómo dormir
junto a la persona que me duele
con todo el amor desbocado.
Eljas, 02-06-2009
Aída Acosta